SHEILA BLANCO CANTA ‘BACH ES DIOS’


Sheila Blanco, pianista y cantante española nos presenta la vida de J. S. Bach en un minuto y treinta segundas.

Cuando se habla de composición,
hay muchos autores que merecen un programa.
MozartBeethovenChopinDebussy,
todos ellos son irrepetibles.

Pero hay uno que es inigualable
porque su legado musical es colosal.

Es barroco, fastuoso, espiritual, indescriptible,
es la música de Dios, Johan Sebastian Bach.
 
Si tú te fueras a Marte a vivir,
llévate contigo la pasión de San Mateo.

Si necesitas relax y fluir,
escucha las variaciones Goldberg
los conciertos de Brandenburgo.

No olvides la suite número 2 menor en Si,
que te atrapa, te subyuga, te ilumina,
te sublima, te alucina, terminando este Badinerie.

¡Qué tío currante que fue mister Bach!

¡Todo el día compone que compone!
pero ahí no acaba la cosa, ¡no, no!

Además de componer y de 20 hijos tener,
fue cantor, clavecinista, violinista, organista y violista
y alemán y luterano.
 
Pero lo más loco de su historia
es que cuando murió J.S.
su inmenso legado
quedó sepultado
y tuvo que llegar Felix Mendelssohn
a hacer valer la obra de Juan Sebastian Bach
y construir casi de cero su reputación.
 
Hace ya más de tres siglos nació
y sus obras se escuchan cada día.

¿Qué habría hecho Bach con un buen Instagram?

Si en el XVII hubiera habido internet.
Bach tuiteando sus partitas, más retuits que Rosalía,
y con su peluca blanca de youtuber.
 
Si estás cansado del reguetón,
escucha a Bach y pon atención
en sus corcheas y semicorcheas
está la historia de nuestra Humanidad.

No pierdas el tiempo y vete a disfrutar,
si hubo alguna vez un Dios fue Juan Sebastian Bach.

POESIA EN LA RAE


El canal YouTube de la Real Academia Española (RAE) publica una serie de videos de actores y actrices recitando poemas de la literatura hispanoamericana.

Aquí tenéis el video de Aitana Sánchez-Gijón recitando un poema de Rosalía de Castro:

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, 
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros, 
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso, 
De mí murmuran y exclaman: 

– Ahí va la loca soñando 
Con la eterna primavera de la vida y de los campos, 
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

– Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha, 
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula, 
Con la eterna primavera de la vida que se apaga 
Y la perenne frescura de los campos y las almas, 
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños, 
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?